El vínculo sentimental y familiar presume el conocimiento de actividades ilícitas
La Corte Suprema abordó un proceso por el delito de lavado de activos en el que se acreditó que la acusada recibió dinero y adquirió bienes vinculados a las ganancias ilícitas de su expareja. En el caso la defensa alegó la aplicación del principio de confianza , basándose en que su actuación se limitó a su rol social de pareja y madre (recepción de alimentos), desconociendo las actividades delictivas de su conviviente y confiando en la licitud de los aportes económicos recibidos. No obstante, la Sala indicó que, dado el vínculo sentimental y familiar acreditado (tener un hijo en común), la acusada estaba en condiciones de conocer o presumir la actividad criminal previa, lo que invalida la defensa de haber actuado bajo confianza o desconocimiento. Por ende, la Corte, valorando también la existencia de operaciones comerciales inusuales (simulaciones y subvaluaciones), desestimó los argumentos de la defensa y resolvió declarar la nulidad de la sentencia absolutoria.

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